jueves, 24 de abril de 2014

La música del Magreb y su posible influencia en el folklore Argentino

La música del Magreb y su posible influencia en el folklore Argentino
Trabajo de recopilación a través de diversos textos de investigación
L. Bertoluzzi


                “La Chacarera encierra en su ritmo la clave de su notable dispersión”
Augusto Raúl Cortázar
Provocando una cantidad de sentimientos y pasiones la chacarera recorre las rutas de la leyenda desde sus orígenes bajo la luna de Marruecos, saltando el estrecho de Gibraltar para heredar desde el andaluz a las futuras colonias españolas. Renaciendo entre el mito en nuestra América del sur, luego el ritmo se transforma en canciones que comienzan a ser la  identidad, de los pueblos, barriadas y rancheríos.
+Fragmento de la monografía La Chacarera por el univ. José Luis Claro López

PRIMERA PARTE

No queda duda aunque existen diferentes corrientes al respecto sobre el aporte e influencia árabe de la región norte africana (Magreb) y de allí indirectamente a través de la España andaluza a nuestro continente aportando características y elementos en nuestras danzas y músicas folklóricas, en especial en la región del Noroeste Argentino. Existen innumerables cantidad de discos y allí se registran formulas rítmicas similares a la chacarera, zamba y cueca.
Por ejemplo el material discográfico: Encuentros de Juan Peña Lebrija y orquesta andalusí de Tánger.

Cuando los Hispanomusulmanes o Moriscos vinieron a América llegaron mimetizados con los conquistadores y aquí forjaron sus costumbres, entre ellas su arte musical.
Durante la invasión de los moros 711-1492, influidos en profundidad por los nativos del áfrica occidental, muchos de los cuales integraron el ejército  de ocupación, por lo cual, siempre que se estudie las danzas y músicas  americanas, habrá que tener en cuenta la influencia del Magreb en estas.
Los ritmos shaaby ósea populares de la región del Magreb en especial de los países Marruecos, Argelia y Túnez tuvieron un fuerte impacto en las tradiciones musicales durante la conquista árabe de la península ibérica, estos componentes rítmicos se introdujeron en las formas musicales y viajaron a América para manifestarse en algunos géneros folklóricos de nuestro noroeste.
Formulas rítmicas como la del shaaby Marroqui, haddawi, magrebí, barwali en compas de 12, 6 y 3 tempos con todas sus formas populares y variantes ha posiblemente forjado nuestro superpuesto compas de chacarera. La importancia de destacar el ritmo Argelino Barwalii Msaami’ simil al ritmo de nuestra zamba.
  Tampoco puedo dejar de mencionar la manera de zapatear sobre un tacho cortado que tiene los marroquíes, otra vez nos acerca y nos refleja nuestro majestuoso Malambo Norteño.

 Un dato relevante es la existencia de un documento de un censo realizado en la ciudad de Salavina (Santiago del Estero) a mediado del sig. 17 donde aparece, entre sus habitantes un alto porcentaje de población negra. A fines del 1800 en Santiago del estero, había una gran población negra, solo en Salavina había 8.000.

Sayed Ghazi, en su obra “Divan de muwashahas Andaluzas”, nos presenta  el cuadro plástico coreográfico del hombre y la mujer en la cueca…
La importancia de la jarcha árabe, originaria del norte de África consiste en ser parte de un conjunto de cantos y bailes populares, lo que nos haría suponer  el origen árabe andaluz de la cueca, con su componente rítmico importado desde el Magreb. Al respecto cabe señalar que la etimología de la palabra cueca nos indicaría la posibilidad de un origen árabe de este baile: cueca, zamacueca y su viable conexión con el termino  árabe Kuk que origina el español Zamakuko: malicioso, embriaguez, hombre torpe y rudo, nombre derivado del término árabe Kauka, que señala la acción seductora  que realiza el gallo para conquistar a la gallina, que coincidentemente conllevaría al simbolismo de la cueca.


  La influencia arábiga que irradio en España procedente del califato de Córdoba, es ella la que inventa y propaga la canción con estribillo  que predomina en Andalucía  con diferentes combinaciones de rimas entre las cuales impera el Zejel  magrebí creyendo que fue el ritmo khafif  tan empleado hoy en la marinera y el tondero hermana directa de nuestra cueca, un elemento que se hallaba también a la mano de los esclavos que venían del norte africano (sometidos a las influencias arábigas).

A modo de conclusión y dejo puntos suspensivos para futuros aportes y nuevas revelaciones que contribuyan más elementos que nos ayuden a descubrir y reconstruir que otros componentes musicales y dancísticos de África del Norte podrían estar siendo parte del folklore Argentino.


 Luciano Bertoluzzi
Bs.As, Argentina 28 de mayo del 2013